El rol de las historias en E-learning
Desde los comienzos de la humanidad, los padres le han enseñado a sus hijos todo -desde habilidades de vida a creencias religiosas- a través de historias. Hoy estamos constantemente expuestos a ellas a través de la televisión, películas, libros y revistas.
Es difícil precisar en qué momento dejaron de utilizarse en la enseñanza y se dedicaron casi con exclusividad al entretenimiento pero tampoco es nuestra intención determinarlo. Si las historias fueron
herramientas pedagógicas en el pasado y son
herramientas del divertimento en el presente, ¿por qué no incorporarlas a nuestros programas de
E-learning para dar un salto de calidad y mejorar sus resultados?
Como diseñadores y desarrolladores utilizamos diferentes tipos de medios. Diseñamos nuestros módulos de
aprendizaje incluyendo gráficos, videos, locuciones, textos y animaciones. La interactividad es clave para ayudar a los estudiantes a vincularse con los
contenidos y trasladar esas habilidades aprendidas a sus trabajos cotidianos. Otra herramienta fundamental es emplear historias para brindar contexto e involucrar al usuario en un nivel emocional con el material.
Las narraciones en un
E-learning pueden ser magnetos que atraigan los fragmentos reales del trabajo diario del usuario con los nuevos
conocimientos y desafíos que plantea la
capacitación. Las historias pueden ser hechos reales o ficticios, ser largos o cortos trágicos o humorísticos. Su estructura básica consiste en una introducción, un conflicto o problema, algunas complicaciones, un clímax, una resolución y una conclusión. Otros componentes de las narraciones que ayudan a los narradores a capturar la atención del oyente o lector incluyen al guión, los personajes, lugares, temas y estilo.
Los diseñadores de
E-learning compartimos este objetivo con los narradores. Deseamos mantener a nuestros estudiantes atentos y motivados. Queremos ayudarlos a ver la resolución de un conflicto y problema y dejarlos con la satisfacción de haber obtenido un
conocimiento o habilidad.
Obviamente que una historia escrita y desarrollada para un curso de
capacitación no será tan compleja y extensa como una pensada para entretenimiento. Sobre todo en el mundo corporativo que dicta que el tiempo dedicado a la
capacitación debe aprovecharse al máximo. Por esto es que los
contenidos elaborados deben ser efectivos pero rápidos.
No es necesario ser un novelista para incorporar historias a un
E-learning. Un poco de imaginación, planificación y las
herramientas correctas serán suficientes. Entre las cuestiones a considerar a la hora de proponerse la incorporación de historias en algún módulo de
capacitación se encuentran las siguientes:
- Ser concientes de la estructura de la historia e incluir sólo los detalles pertinentes para el caso.
- No incluir personajes innecesarios o situaciones que puedan confundir al estudiante. Los personajes deben ser significativos y pueden compartir características con los estudiantes y de esta manera serán más significativos para el sujeto.
- Las historias siempre deben estar estrechamente ligadas a los objetivos de aprendizaje. No deben ser utilizadas por puro entretenimiento o para permitir un “descanso” del usuario.
- Debe existir una resolución. El estudiante debe tener la posibilidad de percibir como la habilidad o los conocimientos que está aprendiendo pueden solucionar el conflicto planteado.
Quienes tratamos de enseñar en una situación donde el estudiante está aislado, comunicándose o no con otros seres humanos pero fundamentalmente con máquinas, debemos considerar que cualquier método que empleemos debe establecer una conexión “humana” con los usuarios que los ayude a alcanzar sus objetivos de
aprendizaje. Sin lugar a dudas, las historias permitirán a los estudiantes establecer vínculos emocionales con los
contenidos que luego podrán emplear en su tarea cotidiana.